EL VIOLÍN EN EL JAZZ

A pesar de ser un instrumento solista fundamental en la música clásica occidental y en muchas músicas populares, incomprensiblemente el violín ha tenido poca presencia en el jazz (al igual que ocurre en la música folclórica de nuestro país). Sin embargo, los pocos violinistas de jazz que podemos oír nos dejan una huella imborrable: tal es la fuerza de un instrumento que remueve lo más profundo de nuestras sensaciones.

Aunque en el jazz tradicional de Nueva Orleans no era rara la presencia de violinistas, como herencia de la música europea de cafés, la suavidad de su sonido lo relegaba en la competencia con los demás instrumentos. Con todo, el italoamericano
Joe Venuti fue el más famoso de los violinistas del jazz clásico, y su brillo refulgió durante décadas. Aún más larga vida disfrutó Stephane Grapelli, que mezcló el gusto clásico con el sabor gitano de Django, creando el primer jazz europeo reconocido. Paralelamente, en Norteamérica, el trompetista Ray Nance tocaba ocasionalmente el violín en la orquesta de Duke Ellington, en pocas pero inolvidables interpretaciones. Y el que más enraizaba con el sonido genuinamente expresivo del jazz de la era del swing fue Stuff Smith, el primero que intentó reforzar el violín eléctricamente y creó su propio sonido al margen de la técnica tradicional, para horror de los violinistas clásicos. Nada que ver con las almibaradas orquestas de cuerda que al final de sus carreras, en la década de los cincuenta, tanto Charlie Parker como Billie Holliday buscaron para ganar una respetabilidad que les negaba una parte de la sociedad blanca americana de la época y que en absoluto necesitaban para pasar a la Historia de la Música con mayúsculas. En la década de los setenta un violinista francés de formación clásica, Jean Luc Ponty, electrificó definitivamente el instrumento, llevándolo a las fronteras de la fusión y el jazz-rock. Con posterioridad y aún sin llegar a convertirlo en un instrumento predominante en el jazz, muchos violinistas –bastantes de ellos europeos- han explorado distintos caminos de la expresión jazzística más o menos clásica e incluso rockera: Jerry Goodman (Mahavishnu Orchestra), Zbigniew Seifert, Leroy Jenkins, Regina Carter, Nigel Kennedy

Christian Howes destaca en el panorama actual del violín por moverse con igual soltura tanto en el mundo de la música clásica como en el del jazz o el rock. Mantiene vigorosamente diversos y variados proyectos, sorprendiendo en cada nota por su creatividad, energía y naturalidad sorprendentes. Es notable también su faceta de educador, siendo fundador del Creative Strings Workshop and Festival de Columbus, Ohio.